«A palabras necias oídos sordos«. Este es un conocidísimo refrán español usado en todos los países de habla hispana diseñado especialmente para no caer en la tentación de responder a comentarios que de cierta manera entrañan mala intención.
Cuando alguien nos ataca de forma verbal lo que espera de nosotros es una respuesta igualmente agresiva y entrar en un conflicto directo. Puede que estés de acuerdo conmigo y pienses que la mejor estrategia es la de mostrarte indiferente hacia aquél que te está pidiendo guerra.
En ese caso el mejor refrán de todo el repertorio español es este, sin duda.

Significado
Palabras necias, en su sentido literal, es sinónimo de palabras estúpidas, de frases poco inteligentes emitidas por un ignorante que habla sin conocer la materia. Sin embargo nuestro refrán abarca también a las frases ofensivas de aquel que sin tener un pelo de tonto, conscientemente quiere dañarnos.
Por otro lado oidos sordos son oidos que no pueden oir. En el presente refrán se trata de unos oidos que más bien no quieren oir.
El estudiante de español avezado puede entender entonces que lo que significa nuestro refrán es que si alguien dice cosas que no nos gustan o nos parecen incluso ofensivas una buena estrategia es la de no responder y hacer caso omiso al que intenta la ofensa.
Una rotunda y callada indiferencia es la mejor respuesta para aquellos que nos lanzan mensajes impertinentes.
Moraleja y enseñanza
Comentarios y opiniones que te pueden hacer daño no tienes que tenerlos en cuenta. Piensa que la mayoría de las veces son juicios de personas interesadas en perturbanos y causarnos dolor.
No te metas en fregados intentando replicarlas. Hazte el sordo, haz como si no las oyeras.
Variantes
Son algunas las variantes de esta maravillosa enseñanza hecha refrán, incluso de filosofía de vida. Aquí van algunas.
- A preguntas necias, orejas sordas.
- A palabras tontas, oídos sordos.
- A palabras locas, orejas sordas.
Versión inglesa
Existe una variante inglesa de nuestro castizo refrán:
For mad words, deaf ears que viene a ser de forma literal: «para las palabras locas, oídos sordos»