ARMARSE LA MARIMORENA

La expresión que aquí tenemos entre manos se fermentó con el paso de los años a raíz de la mala fama sobre el mal humor, sobre las malas pulgas y la energía terrorífica que ponía al discutir una tal María Morena, regenta de un local de comidas del Siglo de Oro en España.

Es ideal para ser usada cuando entre varias personas se monta una trifulca descomunal debido a un desencuentro de cualquier tipo.

Podemos decir que estamos ante una locución verbal sinónima de montar un escándalo. Por cierto, no tiene nada que ver con la marimorena del famoso villancico navideño: «Ande, ande, ande la marimorena»

Entremos en detalles ya con esta interesante expresión.

 

Origen

 

Hay mujeres de armas tomar que mejor no meterse en una discusión con ellas. Este es es caso de María, de apellido Morena. Tal era su ímpetu e ira, su determinación a la hora de polemizar verbalmente (y no lo sé si de agredir físicamente) que la fama de sus rifirrafes han llegado hasta hoy en día, casi medio milenio después.

En el ya lejano año 1579 fue famoso un juicio celebrado a causa de una denuncia interpuesta por un grupo de soldados. Meses antes accedieron al local de María Morena, lugar en el que se servían comidas y vino a todo aquel que se pasase por allí, incluidas personas de la alta alcurnia del momento.

Unos soldados hambrientos y sedientos, sin problemas para pagar por el mejor servicio, pidieron que les fueran servidos los mejores vinos de la casa. La regenta de la posada pensó que era mejor reservar tales caldos para clientes más insignes que unos simples soldados.

La negativa generó una discusión que fue a más y más, hasta terminar de mala manera, con fuertes altarecados, vamos, con un escándalo en toda regla.

María Morena se mostró tan hostil con sus clientes que su mal humor y sus formas agresivas con gritos y amenazas, han perdurado hasta hoy en día en la forma de «armarse la marimorena» siendo esta locución un sinónimo perfecto de acalorada discusión, de bronca monumental o riña tremenda.

 

Ejemplos

 

Vamos con una serie de ejemplos clarificadores sobre el funcionamiento de esta expresión tan usada.

Cuando mi abuela ve fumando a mi abuelo siempre se arma la marimorena

 

Ten cuidado con el nuevo jefe. Tiene un humor de perros y por menos de nada puede armarse la marimorena en la oficina.

 

Cuando Leticia descubrió que Carmen había estado con su marido, se armó la marimorena.

 

No me extraña que todas las noches se arme la marimorena en este bar. A partir de las diez los clientes están borrachos en su mayoría.

 

Cuando sus padres vieron que Carlitos había suspendido un montón de asignaturas se armó la marimorena.

 

Expresiones similares

 

Armar mucho alboroto

No es necesario un enfrentamiento entre varias personas para decir «armarse la marimorena». basta con armar mucho alboroto, es decir, gritar, hacer mucho ruido.

Los vecinos de abajo cada fin de semana montan una fiesta y arman mucho alboroto

Armarse la de dios

En esta locución verbal idéntica en significado lo único que cambia es la palabra «marimorena» por la de «dios».

Armarse la de San Quintín

Sinónima expresión al cien por cien. Esta locución viene de un fiero ataque español a la plaza de San Quintín, en 1557, tan solo unos años antes del célebre caso de la señora Morena. Esta batalla militar se saldó con victoria española frente al ejército francés pero destaca el desorden y el caos que reinó a la vez que las múltiples bajas en ambos bandos.

Armarse un tole tole

¡Tole, tole, crucifige eum!”. Esto era lo que gritaba una turba enfurecida de judíos en torno al lugar en donde se celebraba el juicio a Jesucristo, si hacemos caso de ciertos escritos apócrifos.“¡eso, eso, crucifícalo!” vendría a ser la traducción.

El supuesto ambiente crispado, desbocado y sin orden alguno de ese momento posiblemente incierto con esos gritos de TOLE TOLE han venido como anillo al dedo para dibujar situaciones semejantes.

Montar un pollo

Montar un pollo es sinónimo de discutir muchísimo, salvajemente con otras personas: gritar a tope, romper cosas tal vez, ciertas agresiones físicas…