Las locuciones adjetivas son una serie de palabras que funcionan como un adjetivo en una oración. Estas locuciones se forman a partir de una preposición seguida de un sustantivo o un adjetivo, o incluso de otro adverbio. A continuación, se presentan algunos de los puntos más importantes sobre las locuciones adjetivas del español.
Ejemplos


De buena fe
De mal gusto
En resumen
De repente
A tiempo completo
A mano izquierda
Otras:
- En vano
- De pie
- En el fondo
- Por lo general
- A contracorriente
- De ninguna manera
- En su mayoría
- En última instancia
- A través del tiempo
- En punto
- De primera mano
- De mala muerte
- Por fortuna
- En secreto
- De buena gana
- A la larga
- A ojo de buen cubero
- En definitiva
- A ras de suelo
- A quemarropa
- En ciernes
- En plena forma
- A diario
- Por consiguiente
Espero que esta lista te sea de utilidad para comprender mejor cómo funcionan las locuciones adjetivas en español.
Cómo se forman estas locuciones
Formación de las locuciones adjetivas: Las locuciones adjetivas se forman a partir de la combinación de una preposición y un sustantivo o adjetivo. Por ejemplo, en la locución «de buena fe», la preposición «de» se combina con el adjetivo «buena» y forma una locución adjetiva que modifica al sustantivo «fe».
Qué función tienen las locuciones adjetivas
Función de las locuciones adjetivas: Las locuciones adjetivas tienen la función de modificar un sustantivo o un pronombre. Por ejemplo, en la oración «el hombre de buen corazón», la locución adjetiva «de buen corazón» modifica al sustantivo «hombre» y describe una característica del mismo.
Significado
Las locuciones adjetivas pueden tener un significado literal o figurado. Por ejemplo, la locución adjetiva «a pie» tiene un significado literal que se refiere a caminar sin utilizar un vehículo, mientras que la locución adjetiva «en tierra de nadie» tiene un significado figurado que se refiere a una situación de conflicto o falta de definición clara.
Variaciones en las locuciones adjetivas
Variaciones en las locuciones adjetivas: Algunas locuciones adjetivas pueden variar en género y número para concordar con el sustantivo al que modifican. Por ejemplo, la locución adjetiva «de mala calidad» puede variar en género y número para modificar un sustantivo femenino o plural, quedando como «de mala calidad», «de mala calidad», «de malas calidades» o «de malas cualidades».